Si el Populismo es una Acción Colectiva perjudicial para una sociedad, ¿por qué los ciudadanos actuando en plena libertad democrática votan a favor del Populismo? En un trabajos previo he analizado un modelo tipo presa – predador que describe el comportamiento económico que suele caracterizar al Populismo concentrando el enfoque en aspectos técnicos de un equilibrio neutral con forma de órbita que ilustra el ciclo populista. En un trabajo más reciente he tratado de identificar “atavismos” que condicionan el proceso de elección ciudadana que pueden facilitar la implantación del populismo en un país como Argentina. Una lógica de acción colectiva “institucional” basada en un análisis de agregación de preferencias con agentes racionales normalmente tiene como limitación que no incorpora muchos aspectos socialmente relevantes como atavismos, emociones, y creencias. Esta limitación ha estimulado muchas investigaciones para ampliar la definición de preferencias e incluir conceptos como los antes mencionados, pero ninguna de estas ampliaciones genera la lógica de acción colectiva amigo – enemigo (o presa – predador) que caracteriza al Populismo. En este trabajo hago una síntesis del principal aspecto de un equilibrio neutral de la dicotomía amigo – enemigo que no se resuelve con la derrota de uno de los grupos. Al no existir una solución “negociada” entre agentes racionales, el conflicto se perpetúa en un ciclo, que los teóricos del populismo interpretan que es la esencia de “la política”, y los institucionalistas interpretan que es la negación de “la política”.