La Doctrina Clinton no fue definida como tal hasta el 26 de febrero de 1999 por el propio Presidente. Pero los principios que la rigieron ya habían sido aplicados por la política exterior “clintoniana” a partir de la intervención humanitaria en Somalia de 1993. Tal política, apodada como la doctrina de las “Guerras Humanitarias”, fue descripta como la facultad, o mejor el derecho, de los Estados Unidos de intervenir militarmente en otros estados con el fin de acabar con la persecución o los asesinatos en masa de poblaciones civiles por razones étnicas, raciales o religiosas. Clinton definió al genocidio y a los delitos de lesa humanidad como intereses nacionales, permitiendo así, una interferencia directa. Por lo tanto, los Estados Unidos se encontrarían obligados a actuar si tuviesen la oportunidad y estuviesen preparados para terminar con la perpetración de crímenes contra la humanidad en cualquier parte del mundo; como también, para impedir la propagación de aquellos conflictos y sus consecuencias. De esta forma los Estados Unidos asumirían el rol de “policía mundial” obteniendo el legítimo uso de la fuerza. A continuación se describirá las características de la Doctrina Clinton, se relatará brevemente las intervenciones humanitarias llevadas a cabo durante la administración, como también, se dará lugar a las criticas y a los logros.