El presente artículo se basa en dos postulados fundamentales. Primero, el hombre no puede aprehender integralmente los fenómenos de la realidad, debido a que por razones históricas y biológicas, cuyo análisis trasciende los límites del presente artículo, la Razón ha evolucionado mucho más que la Intuición, de tal manera que la dupla Razón-Intuición, que para mí es el verdadero instrumento cognoscitivo del Ser, se encuentra aún muy influida por la Razón y su escasa capacidad para conocer, per se, el mundo objetivo y real. Este postulado se inspira en la versión kantiana sobre la influencia de las categorías de la intuición sensible y de las categorías del entendimiento en el objeto que se pretende conocer, influencia que transforma el objeto conocido, por lo que no es posible conocer su “esencia”. A la propuesta kantiana añadido que la Razón per se, además, influye sobre el objeto que se quiere conocer debido a la ideología propia del sujeto que conoce, no sólo en la epistemología sino en toda la teoría del conocimiento. El segundo postulado establece la incongruencia de considerar a la sociedad como un simple conjunto de individuos, cada uno tratando de ser más que el otro y, en el proceso, deviniendo antagónicos entre sí. En su estructura, el artículo se desarrolla sobre la aparente contradicción entre objetivismo y subjetivismo epistemológicos y sus respectivas repercusiones en la evolución de las teorías del valor, además de la marxista, la que sostiene que no pertenece a ninguna de las categorías mencionadas y por eso exige un acápite independiente. Es posible que esta actitud sea tomada como un eclecticismo utilitarista; sin embargo, me gustaría poner de relieve que mi percepción está muy lejos de ser una simple mezcla de proposiciones, debido a la síntesis que pretendo realizar en el marco de lo que yo denomino la Dialéctica de Complementos como una alternativa a la Dialéctica de Contrarios Antagónicos. El trabajo se divide en cuatro cuerpos. En el primero, hay una síntesis de las principales percepciones epistemológicas sobre la naturaleza de la Economía; en el segundo, se sintetizan algunas teorías sobre el valor; en el tercero, se incluye una propuesta epistemológica y en el cuarto se consigna una propuesta sobre la teoría del valor. Algo que resalta la novedad del contenido es la introducción del arte en general y del poema en particular como instrumentos cognoscitivos, debido a que la visión poética acepta en grados mucho mayores la influencia de la Intuición, lo que en mi preceptiva literaria, hace que se convierta (el poema) en el medio natural de la expresión filosófica. Una prueba de ello es que doy comienzo a este trabajo citando, precisamente, tres expresiones poéticas, dos de Machado y una de Borges, sobre el subjetivismo y el objetivismo de la aprehensión cognoscitiva. Estas dos percepciones se complementan con mi propia interpretación. Considero que estos pequeños ejemplos poéticos dicen mucho más sobre los temas a tratar, utilizando una profundidad sintética que no se encuentra en ninguna obra o tratado “racional”.