Con todos sus problemas, limitaciones y deficiencias, sin duda, el periodismo colombiano ha conseguido construir un planteamiento propio en el modo de informar y una visión especial del oficio. Y el origen de esa escuela periodística no es otro que la adversidad. La adversidad por los embates de la naturaleza (el siglo XX se inaugura con el pavoroso incendio de las galerías en el centro de Bogotá –hoy palacio Liévano– y se cierra con el terremoto de Armenia), pero también por la persistencia de un conflicto político que ya cumple medio siglo, y el infortunio de ser el epicentro de los carteles de la droga mundial. Adicional a esto, en el país se produce una concentración casi extrema en la propiedad de los medios que los hace monopólicos en el nivel nacional, y hegemónicos en el regional y local. Todo ese ejercicio de trabajar en la calamidad, en el temor a informar con los fusiles apuntando o con los políticos escondiendo, ocultando los hechos, y en el horizonte estrecho de muchos medios en muy pocas manos, ha terminado por convertir el periodismo colombiano en un modelo con varios aciertos y en una propuesta informativa que se exporta exitosamente. La lista de colombianos en medios internacionales no es corta y es muy significativa: CNN; BBC, France Press; The New York Times; The Wall Street Journal; Miami Herald; Univisión; El País, de Madrid; El Diario, de Cataluña; Panorama, de Maracaibo; América TV, de Perú; Ecuavisa, de Ecuador… en fin. Este Quinto Encuentro de Periodismo Internacional, promovido por la Cámara Colombiana del Libro y la Universidad Externado de Colombia, tiene como finalidad evaluar y debatir las experiencias de varios colombianos en el periodismo internacional y sus planteamientos y aportes al oficio en diversas latitudes y circunstancias.