The orientation of social spending is a decisive element for the creation and allocation of opportunities for all because it reveals, to some degree, the priorities and relative importance a government assigns to directly and indirectly tackling poverty, inequality and their consequences. Paradoxically, there are only a few studies that analyze the orientation of social spending by socioeconomic groups in Latin America. The present study tries to solve this, presenting and analyzing the incidence of social spending on education, health, and social security for the majority of Latin American countries in order to understand how State actions contribute to providing for the needs of the poorest groups of the population. This study concludes that only five of the 11 countries under examination had progressive social expenditures; furthermore, the pace of change seems to be very slow. Although there are some positive trends - for example, spending in primary education - social spending in secondary education, tertiary education, and social security and pensions are highly regressive, even more than expected. This creates a greater sense of urgency in the region to deal forcefully with the issue of equity in social spending.Abstract: La orientación del gasto social es un elemento de crucial importancia en la creación y distribución de oportunidades para toda la población, pues dicha incidencia revela, en alguna medida, la prioridad que un gobierno le otorga a los llamados sectores sociales para combatir, directa o indirectamente, la pobreza, la desigualdad y sus secuelas. Paradójicamente, y por diversos motivos, son pocos los estudios a nivel regional que analicen la orientación de dicho gasto. El presente estudio intenta cubrir dicho vacío, presentando y analizando la distribución del gasto social en los sectores educación, salud, y seguridad social para la mayoría de los países de América Latina a fin de comprender la contribución de la acción del Estado en la superación de las carencias de los sectores más pobres de la población. El estudio concluye que en menos de la mitad de los países analizados el gasto social es progresivo; es más, la velocidad del cambio parece ser muy lenta. Si bien hay tendencias positivas, como en el caso de la educación primaria, los niveles de regresividad en educación secundaria y universitaria, o en seguridad social, son mucho mayores a lo esperados, lo cual agrava el sentido de urgencia en la región para enfrentar de manera más decidida la problemática de la equidad del gasto social en general.