Country Program Evaluation: Haiti 2007-2011 Title: Evaluación del programa de país: Haití 2007-2011
This evaluation examines the IDB's Country Program with Haiti for the 2007-2011 period. IDB's strategic positioning in Haiti during this period was affected by the materialization of risks identified in the 2007 Country Strategy. The 2007 Country Strategy called for the continuation of support to Haiti's nascent recovery, noting political fragility, macroeconomic instability and natural disasters as the main potential risks. IDB's response to the 2010 earthquake was timely and relevant in operational and financial terms, although it lacked a clearly articulated long-term strategy. OVE concludes that the IDB's future strategy in Haiti can be more relevant and effective if it: (i) maps out a consensus-based strategy with the country that is realistic, supports rebuilding the country's institutions, and targets poverty reduction; (ii) overcomes the coordination weaknesses among donor agencies and promotes the leadership of the Government of Haiti in the coordination of development aid; (iii) builds the analysis of risks associated with institutional, economic, and environmental vulnerabilities and appropriate mitigation measures into the design of each operation; and (iv) intensifies efforts to ensure program monitoring and reporting, including improvements in the quality of information available in the country.Abstract: Esta evaluación examina el Programa de País del BID con Haití para el período 2007-2011. El posicionamiento estratégico del BID en Haití durante este período se vio afectado por la materialización de los riesgos que fueron identificados en la Estrategia de País de 2007. La estrategia de 2007 apostó por continuar apoyando la incipiente recuperación de Haití, señalando la fragilidad política, la inestabilidad macroeconómica y los desastres naturales como los principales riesgos potenciales para el periodo. La respuesta del BID frente al terremoto de 2010 fue oportuna y relevante en términos operativos y financieros, aunque resultó menos adecuada en términos estratégicos de largo plazo. OVE concluye que la futura estrategia del BID en Haití incrementará su relevancia y eficacia en la medida en que: (i) defina una estrategia consensuada con el país que sea realista, que promueva la reconstrucción institucional del país y que se focalice en la superación de la pobreza; (ii) supere las fallas de coordinación entre las agencias donantes y promueva el liderazgo del Gobierno de Haití en la coordinación de la ayuda al desarrollo; (iii) incorpore en el diseño de cada operación análisis de riesgos asociados a las vulnerabilidades institucionales, económicas y ambientales, y medidas de mitigación apropiadas; (iv) intensifique los esfuerzos para asegurar el seguimiento y el reporte de los programas incluyendo mejoras en la calidad de la información disponible en el país.