Este estudio monográfico se refiere a la situación de la delincuencia femenina española y alemana, y en ambos casos los autores encuentran numerosas referencias a las estadísticas de la policía por ser las más cercanas de la realidad de la criminalidad. El feminismo como movimiento colectivo encuentra sus orígenes en el último tercio del siglo XVIII y primera mitad del siglo XIX. Pero no fue hasta la Revolución francesa cuando se consolidó y se reforzó. En Alemania este movimiento se remonta al 19 de enero de 1919 con las primeras elecciones en las que las mujeres ejercieron el derecho al voto en las Asambleas Nacionales; si bien en España no encontramos un avance importante hasta la II República con el sufragio universal, pero que se paralizó hasta la Constitución de 1978. La Criminología clásica perfila tres orientaciones del comportamiento criminal: las biológicas, las psicológicas y las sociológicas. Apenas existen estudios e investigaciones sobre la conducta delictiva del sexo femenino, lo que dificulta cualquier estudio sobre esta temática. Este estudio se centra en el análisis sobre la relevancia de las mujeres en la delincuencia en España y Alemania en los años 2007 y 2008. Y las referencias que encontramos al escenario español se refieren a los delitos conocidos por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Según el Eurostat, en España se registraron en el año 2007 unos 2,3 millones de delitos y 67.0000 encarcelados. En dicho año se produjeron en España 1.817.739 delitos, unos 66.298 menos que en 2007, con una media de 46,5 delitos por cada 1.000 habitantes. Además, del total de los 196.143 condenados, el 91,3% eran varones, mientras que el 8,7% mujeres. Según las estadísticas españolas, en ese año fueron detenidas unas 30.000 mujeres, y tan sólo el 8,7% de los condenados en ese año fueron mujeres. La estadística europea elaborada por Eurostat destaca que en España se registraron en el año 2007 unos 2,3 millones de delitos. Por el contrario, en Alemania en el año 2008 se produjeron 6,2 millones de delitos y el número de presos alcanzó los 73.000. Del total de los 549.604 delitos cometidos por mujeres, únicamente 106.288 delitos fueron cometidos por no-alemanas. En ese año 2008 las mujeres sólo aparecían en el 0'8% de los delitos sexuales y en el 12,8% de los delitos de homicidio, mientras que en los delitos de estafa ocupaban casi el 30%. Las mujeres han estado sobre-representadas en los delitos de hurto con el 33,5%, de estafa con el 31,1%, en los delitos contra la legislación penal especial de extranjería, asilo y residencia con el 26,9%, contra el honor con el 27,7%, en los delitos de malversación con el 27,2% y de apropiación indebida con el 26,5%. Por el contrario, los hombres han llegado a alcanzar el 90% del total en los delitos contra la libertad sexual, contra el deber de alimentos, contra las legislaciones penales especiales de explosivos, armas y armas de guerra, en robos y en robos con violencia. Tras este análisis y enumeración de datos de España y Alemania, Gudrun Stenglein propone un cambio en el planteamiento de la represión policial mediante «la colaboración policial y judicial a través de la creación de unos instrumentos eficaces como Europol y Eurojust».